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ISSN 1989-4163

NUMERO 75 - SEPTIEMBRE 2016

Devuélvame al Planeta de los Simios, Aquí y Ahora

Julio Soler

 

     

                                                                                                                             “ Monkey Gone To Heaven” (Pixies)
                                                                                                                                                   “Here Comes Your Man” (Pixies))

Escenario: la playa. Todo empieza acabándose.

- “¡Yo os maldigo, maldigo las guerras, os maldigo!”…Un momento, ¿qué desasosiego ahoga mi mirada y la perturba hasta hundirse en una ciénaga irremisiblemente confusa? Usted no es Nova. Usted es…

- Sí, soy la doble de Nova, la especialista para escenas comprometidas. La Dra. Zira Linda Monkey All-night-long. Y le recuerdo que usted me  ha traído medio desnudo a lomos de su alquitranado corcel que espero sea testigo de nuestro acto final.

- Pero usted es una mona. Eso sí, muy mona.

- Vamos, por Darwin, padre de la evolución y patrón de las Islas Galápagos, ¿ no me irá a decir ahora que usted no es profesional, Sr. Astronauta Charlton Taylor Here-comes The-Man?

- ¡Por Shakespeare todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible , Dra. Zira Linda Monkey All-night-long!

- Llámeme Ziralinda. Lo de All-night-long, depende de su pundonor, perseverancia y resistencia de humano. Si tiene que destapar el tarro de sus esencias cuanto antes, empiece con los prolegómenos para abrir boca.

- ¿Prolegómenos?

- Sí, prolegómenos, preliminares, precalentamiento, como lo quiera usted llamar. En caso contrario, serían pretextos y excusas.  No sé, empiéceme a hablar al oído de amor y de destrucción. Venga humano, por Darwin y el eslabón perdido. Si no, le hablo de Mesala en Ben- Hur.

-No mezcle usted películas Ziralinda.  ¡Por todas las tragedias representadas en El Globo de mi William Shakespeare! Lo haré. Empezaré con un monólogo en su honor y nunca mejor dicho lo de monólogo.

- Venga, sea humano, que todos sabemos que desciende del mono.

- Vale, llámeme Charlton. Lo de Here-comes-The Man, se lo tengo que demostrar. ¿Empiezo?

- Sí, no se demore más, por Darwin.

-Voy: ¿Qué es divagar? ¿Vagar mínimo dos veces, hasta que la ulterior débil lumbre de la herrumbre derrumbe nuestra pesadumbre? ¿Vagar por la fugacidad de la vida por allá donde  moran se esconden las esquivas miradas hasta que los ojos que las sostienen, cesen de atesorar su fulgor y brillo de piedra preciosa? Una ventana que no se abre es porque una puerta no acierta a cerrarse. Lo importante es la corriente que nos lleva a desembocar en esa oquedad  ahumada, como el hollín que nutre a una serpiente negra arrastrándose hasta su destino de fuego extinto. De brasa apagada. ¿Acaso estamos preparados para lo absoluto? Esas cinco palabras: todo, nunca, siempre, jamás, nada.

- Charlton, me está empezando a gustar su estilo shakesperiano.

- Y a mí, su evolución darwiniana.

- ¿Sigo?

- No pare.

- ¿Qué haríamos si solamente usted y yo quedáramos en el mundo?

- ¿Qué mundo?

- El que ahora después será nuestro.

- Pues le perdería, le buscaría, le encontraría y le reconocería.

- Y ahora, irrumpiré en usted para que sienta la destrucción.

- Mire, lo que reza en la placa de esa ruina semiderruida que dicen La estatua de libertad. Es una cita de Coriolano de su Shakespeare:

“EL ACTO ES LA ELOCUENCIA”.



 

 

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